
Cuando se vive en grandes ciudades y se compran los productos en los supermercados es dificil saber si algo es fresco ó no, de acuerdo al libro de gastronomía de Harold McGee "On Food and Cooking" los huevos comienzan su deterioro desde el momento en que dejan a la gallina, sin embargo hay una manera confiable de saber si los huevos que consumimos se encuentran todavía frescos y es bastante sencilla, se trata de sumergirlos en un recipiente que habremos llenado con agua fria, si los huevos se hunden significa que son frescos, y ésto se debe a que un yema de huevo fresco tiene más moléculas disueltas que la clara, y este desequilibrio crea una presión osmótica natural de agua en la clara al migrar a través de la membrana de la yema" (81).
Un huevo fresco tiene menos espacio de aire, por lo que es más denso que el agua y se hunde hasta el fondo.Pero, como el huevo envejece, la pérdida de agua hace que la cámara de aire para expandirse. "Un huevo que flota en realidad es muy viejo y debe ser descartada", según McGee (82).
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